El silencio interno pdf




















Est e es el «yo» profundo que no t iene nada que ver con el pasado y el fut uro. Para t i es liberador. Ent onces los pensam ient os quedan invest idos de un sent ido de yo. Est o es el ego, el «yo» creado por la m ent e. Est e yo fabricado por la m ent e se sient e incom plet o y precario.

Por eso el t em or y el deseo son sus em ociones predom inant es y sus fuerzas m ot ivadoras. El resent im ient o y los agravios form an part e esencial de su sent ido del yo. Mant ent e present e com o t est igo de t u est ado int erno. No t ienes que hacer nada. Buena part e de la act ividad em ocional- m ent al de m uchas personas consist e en quej arse o reaccionar cont ra est o o lo ot ro.

Es frecuent e que t ribus, naciones y religiones consigan fort alecer su sent ido de ident idad colect iva t eniendo enem igos. Se agarra a cualquier cosa. De m odo que «yo» voy cont ra el «ot ro», «nosot ros» cont ra «ellos». Dices que quieres la felicidad, pero eres adict o a t u infelicidad.

La culpa es ot ro int ent o del ego de crear una ident idad, un sent ido del yo. Al ego no le im port a que el sent ido del yo sea posit ivo o negat ivo. Ya no reduces el Ahora a un m edio para un fin, que es lo que hace la conciencia delego. El m om ent o present e es com o es.

Siem pre. Pasado y fut uro son form as- pensam ient o, abst racciones m ent ales. Lo que recuerdas es un suceso que t uvo lugar en el Ahora, y lo recuerdas Ahora.

El fut uro, cuando llega, es un Ahora. Eso t e perm it e gest ionar lo secundario con gran facilidad. Com o el fut uro nunca llega, except o com o present e, es un est ilo de vida disfuncional. No hace honor a la vida que es Ahora y nunca dej a de ser Ahora. Sient e la vida dent ro de t u cuerpo. Eso t e ancla en el Ahora. No t e responsabilizas definit ivam ent e de la vida hast a que t e responsabilizas de est e m om ent o, del Ahora.

Significa est ar alineado con la vida. El Ahora es com o es porque no puede ser de ot ra m anera. Hay claridad, sim plicidad. No queda sit io para fabricarse problem as. Es el espacio en el que ocurren las cosas. Por t ant o, no confundas el cont enido de est e m om ent o con el Ahora. Cuando ent ras en el Ahora, sales del cont enido de t u m ent e. La corrient e incesant e de pensam ient os se apacigua. Surgen pausas ent re pensam ient os, espacio, quiet ud.

Pensam ient os, em ociones, percepciones sensoriales y experiencias const it uyen el cont enido de t u vida. Est e sent ido del Yo Soy es uno con el Ahora. Siem pre perm anece igual. En ot ras palabras: t u sent ido de Ser queda oscurecido por las circunst ancias, por la corrient e de pensam ient os y por t odas las cosas de est e m undo.

El Ahora queda oscurecido por el t iem po. Yo soy Vida. Yo soy el espacio en el que ocurren t odas las cosas. Yo soy conciencia. Yo soy el Ahora.

Yo Soy. I m port a si eres rico o pobre; ciert am ent e, est ablece una diferencia en t u vida. Todas las desgracias del planet a surgen del sent ido personalizado del «yo» o del «nosot ros», que recubre la esencia de t u ser. Lo ciert o es que no t ienes una vida; eres una vida. La Vida Una, la conciencia que int erpenet ra t odo el universo y t om a form a t em poralm ent e para experim ent arse com o piedra o com o hoj a de hierba, com o un anim al, una persona, una est rella o una galaxia.

No puedes encont rart e a t i m ism o en el pasado o en el fut uro. Ser un buscador im plica necesit ar un fut uro. Cuando t ienes un pensam ient o o sent im ient o, eres conscient e de ese pensam ient o o sent im ient o. Cuando t ienes una experiencia placent era o dolorosa, eres conscient e de esa experiencia. Pensam ient o y lenguaj e crean una aparent e dualidad y una persona separada donde no la hay.

El «yo» no puede convert irse en un obj et o de conocim ient o, de conciencia. De m odo que no puedes convert irt e en un obj et o para t i m ism o. En ot ras palabras: lo que ocurre o dej a de ocurrir ya no es t an im port ant e. Las sit uaciones pierden su gravedad, su seriedad. Cuando t e conoces com o Eso, t e reconoces en t odas las cosas.

Todo m iedo es el m iedo de perder algo y, por t ant o, de sent irt e reducido y de ser m enos de lo que eres. Est os dos m ovim ient os oscurecen el hecho de que el Ser no puede ser dado ni quit ado. Sin hacer nada en part icular; sim plem ent e, dej ando que est e m om ent o sea com o es. Conducir yendo al t rabaj o, hablar con los client es, t rabaj ar en el ordenador, hacer recados, at ender las innum erables cosas que const it uyen t u vida Sin em bargo, la felicidad y la infelicidad ya no calan t an hondo.

Son olas en la superficie de t u Ser. La paz de fondo que hay dent ro de t i perm anece inm ut able en cualesquiera que sean las condiciones ext ernas. Ent onces sigues conociendo gent e, sigues t eniendo experiencias y part icipando en act ividades, pero sin los deseos y m iedos del ego.

Dej as ser a su nat uraleza pasaj era e im perfect a. Eres plenam ent e conscient e, y sin em bargo la m ent e no pone ninguna et iquet a a est e m om ent o. Est e est ado de no- resist encia int erna t e abre a la conciencia incondicionada, que es infinit am ent e m ayor que la m ent e hum ana. El hombre de hoy en da toma notas incesantemente, hace diagramas, est profundamente involucrado en "saber cmo". Pero en el mundo de los chamanes, dijo don Juan, los procedimientos y los rituales son meros instrumentos para atraer y enfocar la atencin.

Son artificios que se usan para forzar el enfoque de nuestro inters y determinacin. No tienen ningn otro valor. Don Juan crea que al hombre moderno le encantan las palabras, como si retuviese un sentimiento que ha sobrevivido hasta hoy de lo significativo que fue para l hablar por primera vez. Esto parece explicar su intenso nfasis en la palabra. Las encantaciones verbales parecen ser un retroceso a ese estado de enamoramiento con las palabras.

Los chamanes creen que una larga serie de palabras, dichas en voz alta, debe haber ejercido un poder mesmrico. Debido a la fuerza de sus prcticas y sus metas, los chamanes refutan el poder de la palabra. Se definen a s mismos como navegantes en el mar de lo desconocido.

Para 4. Debido a que estamos vivos y conscientes estamos de por s, ya, ntimamente relacionados con el intento. Lo que necesitamos, de acuerdo con los chamanes, es hacer que ese lazo forme parte de nuestros actos conscientes, y ese acto de volvernos conscientes de nuestro lazo con el intento es otra forma de definir el conocimiento silencioso.

En el curso del tiempo que pas con don Juan Matus aprend, sin embargo, una cosa con relacin a los procedimientos y los mtodos. Si existe algo que los seres humanos necesitan para poder alcanzar el conocimiento silencioso, es reforzar su bienestar, su claridad, su determinacin.

Para poder intentar, uno debe poseer destreza fsica y mental y un espritu claro. De acuerdo con don Juan, los chamanes del Mxico antiguo pusieron un enorme nfasis en la destreza fsica y el bienestar mental y este mismo nfasis prevalece en los chamanes de hoy en da. Fui capaz de corroborar la verdad de sus aseveraciones al observar a e Juan y a sus quince compaeros chamanes. Su soberbio estado de balance fsico y mental era uno de los rasgos ms obvios en ellos. La respuesta que don Juan me dio cuando le pregunt directamente por qu los chamanes ponen tanto nfasis en el lado fsico del hombre, me sorprendi sobremanera.

En aquellos aos crea en el lado espiritual del hombre, un lado acerca de cuya existencia poda no estar completamente convencido, pero por lo menos, estaba inclinado a. Para m, don Juan, era un ser espiritual. Son seres sumamente prcticos.

Sin embargo, es un hecho bien conocido que los chamanes, o los brujos, como les llaman, son generalmente considerados excntricos o aun locos. Quiz eso sea lo que te hace pensar que son espirituales. Parecen locos porque siempre estn tratando de explicar cosas que son inexplicables.

Al tratar de hacer esto pierden toda coherencia y dicen insensateces que, si se examinan desde el punto de vista de los chamanes, no son en absoluto insensateces, sino tentativas ftiles de dar explicaciones completas que no pueden completarse bajo ninguna circunstancia.

Don Juan me dijo que esos chamanes del Mxico antiguo descubrieron y desarrollaron un gran nmero de procedimientos para alcanzar bienestar fsico y mental, procedimientos que llamaron pases mgicos. Tambin coment que el efecto de los pases mgicos fue tan abrumador para ellos, que los pases se convirtieron, a travs del tiempo, en uno de los componentes ms importantes en sus vidas.

Don Juan explic que, dado como eran a comportamientos rituales, esos chamanes ocultaron rpidamente los pases mgicos en medio de ritos, y velaron el acto de ensearlos o practicarlos en gran sigilo.

Me asegur que estos rituales eran totalmente absurdos, pero que cuanto ms idiotas, ms grande era su capacidad de ocultar algo de tan tremendo valor. Cuando yo entr en el mundo de don Juan, la enseanza y la prctica de los pases mgicos eran tan secretas como lo haban sido siempre, pero ya no eran en exceso rituales. Lo que don Juan coment al respecto fue que los rituales haban perdido su mpetu a medida que las nuevas generaciones de practicantes se interesaron ms en 5.

Me recomend, sin embargo, que no deba hablar sobre los pases mgicos con ninguno de sus discpulos, o con la gente en general, bajo ninguna circunstancia. La razn que me dio fue que los pases pertenecan exclusivamente a cada persona y que su efecto era tan avasallador, que slo aquellos que haban tomado el camino del guerrero con verdadera seriedad podan practicados.

Don Juan me ense a m y a sus tres discpulas, Taisha Abelar, Florinda Donner-Grau y Carol Tiggs, un gran nmero de pases mgicos pero, junto con esta riqueza de conocimiento, tambin nos dio la certeza de que ramos los ltimos miembros de su linaje. La aceptacin de este legado implicaba automticamente encontrar nuevas formas de diseminar el conocimiento de su linaje, debido a que su continuacin ya no era el objetivo.

Necesito aclarar un punto de suma importancia al respecto: don Juan Matus no se interes jams en ensear su conocimiento. Nosotros, sus cuatro discpulos, ramos los elementos, los medios -escogidos, dijo, por el espritu mismo ya que l no haba participado de manera activa en ello- que iban a asegurar su perpetuacin.

Por esta razn hizo esfuerzos titnicos para ensearnos todo lo que saba acerca del chamanismo, o la brujera, y acerca del desarrollo de su linaje. En el curso de su enseanza se dio cuenta de que mi configuracin energtica era, de acuerdo con l, tan diferente de la suya que eso no poda tener ningn otro significado excepto el fin su lnea.

Le dije que me molestaba sobremanera su interpretacin de cualquier diferencia invisible que pudiese existir entre nosotros. No me gustaba. Lo nico que tienen son sus descubrimientos. Yo no decid escogerte y tampoco decid que fueras de la manera que eres. Ya que yo no poda escoger a quin impartir mi conocimiento, tuve que aceptar a quien el espritu me ofreca; y esa persona fuiste t, y t eres energticamente capaz slo de terminar, no de continuar.

Dijo que la terminacin de su linaje no tena nada que ver con l o sus esfuerzos, o con su xito o fracaso como un chamn en bsqueda de la libertad total.

Lo comprenda como algo que tena que ver con una eleccin que provena de un nivel ms all del nivel humano, una eleccin que no fue tomada por seres o entidades, sino por las fuerzas impersonales del universo. En un acuerdo unnime, las tres discpulas de don Juan y yo aceptamos lo que l llam nuestro destino.

El aceptarlo nos puso cara a cara con otro asunto al cual l se refera como cerrar la puerta detrs de nosotros; es decir, asumimos la responsabilidad de de decidir exactamente qu hacer con todo lo que don Juan nos ense y hacerlo impecablemente.

Antes que nada nos planteamos la pregunta crucial de qu hacer con los pases mgicos: la faceta ms pragmtica y funcional del conocimiento de don Juan.

Decidimos usar los pases mgicos y enserselos a quien quisiera aprenderlos. Nuestra decisin de acabar con el sigilo que los rodeaba por un periodo de tiempo indeterminado fue, naturalmente, el corolario de nuestra conviccin total de que, en realidad, somos el final del linaje 6.

Se volvi inconcebible para nosotros cargar con secretos que ni siquiera son nuestros. Encubrir los pases mgicos con secretos no fue nuestra decisin. Sin embargo, es nuestra decisin terminar con esa condicin. Nosotros cuatro nos dedicamos, entonces, a amalgamar las cuatro lneas diferentes de pases; pases que nos fueron enseados a cada uno de nosotros separada e individualmente, de acuerdo con nuestra constitucin fsica y mental particular.

Tratamos de crear una forma genrica de cada movimiento, una forma adecuada para todos. Esta amalgama dio como resultado una configuracin de formas ligeramente modificadas de cada uno de los pases que nos ensearon.

Hemos llamado a esta nueva configuracin Tensegridad, un trmino que pertenece a la arquitectura y significa "la propiedad de armazones que emplean miembros de tensin continua y miembros de compresin discontinua, de tal manera que cada miembro opera con mxima eficiencia y economa". Para explicar qu son los pases mgicos descubiertos por los chamanes de la antigedad, como don Juan los llamaba, quisiera aclarar algo: los tiempos antiguos. Para don Juan esto significaba un tiempo de 7, a 10, aos atrs; una cifra que parece en cierta forma incongruente si se examina desde el punto de vista de los esquemas clasificatorios de los eruditos de hoy en da.

Cuando confront a don Juan con la discrepancia entre sus clculos y lo que yo consideraba ser un clculo ms realista, se mantuvo firme en su conviccin. Independientemente de nuestras diferentes opiniones, el sigilo que rode los pases mgicos durante eras y el efecto directo que stos ejercieron sobre m, han tenido una profunda influencia en la manera como los trato. Lo que estoy presentando en este trabajo es una reflexin ntima de esta influencia. Me siento obligado a elucidar este tema siguiendo estrictamente la forma en que me fue presentado; para poder hacer esto, necesito regresar a los inicios de mi aprendizaje con don Juan Matus.

Comenz haciendo comentarios sobre la habilidad fsica de lo chamanes de la antigedad. Recalc incesantemente la necesidad de poseer un cuerpo flexible, gil; promova su elasticidad y fuerza como el medio ms seguro para alcanzar el mayor logro en la vida de un chamn: el conocimiento silencioso. La sobriedad y el pragmatismo son los dos nicos requisitos indispensables para alcanzar el conocimiento silencioso -para entrar en otros reinos de percepcin.

Para navegar de manera genuina en lo desconocido se necesita una actitud de osada, pero no de descuido. Para establecer un balance entre la audacia y el descuido, un chamn tiene que ser extremadamente sobrio, cauteloso, hbil y estar en un soberbia condicin fsica.

Don Juan deca que haba cinco asuntos en la vida de esos chamanes alrededor de los cuales giraba su bsqueda del conocimiento silencioso.

Estos cinco temas eran: 1. Los pases mgicos; 2. El centro energtico en el cuerpo humano llamado el centro de decisiones; 3. La recapitulacin: el medio para acrecentar el alcance de la conciencia humana; 4. El ensueo: el verdadero arte de romper los parmetros de la percepcin normal; 5.

Te he enseado diferentes pases mgicos durante todo este tiempo y, t, siempre has credo que lo que estoy haciendo es deleitarme haciendo crujir mis coyunturas.

Me gusta la forma en que interpretas los pases mgicos: hacer crujir mis coyunturas! Vamos a continuar refirindonos a ellos de esta manera. Cada una de estas formas es un pase mgico idneo para mi cuerpo y para el tuyo. Los pases mgicos a los que don Juan se refera, como l mismo lo haba dicho, eran las formas en las que pens l haca crujir sus coyunturas.

Sola mover sus brazos, piernas, torso y cadera de formas especficas, y yo crea que lo haca para estirar al mximo sus msculos, huesos y ligamentos. Desde mi punto de vista, el resultado de estos movimientos de estiramiento era una sucesin de sonidos crujientes, los cuales siempre pens que produca para asombrarme y divertirme; y s, era cierto que me haba pedido una y otra vez que lo imitara.

De forma desafiante, me haba retado a memorizar los movimientos y a repetirlos en mi casa hasta que pudiera hacer que mis coyunturas crujieran como las de l. Nunca logr reproducir estos sonidos pero, inadvertidamente, haba aprendido en definitiva, todos los movimientos. Producen un efecto que no puede explicarse de forma ordinaria.

Estos movimientos no son ejercicios fsicos o meras posturas del cuerpo; son verdaderas tentativas para alcanzar un estado ptimo de ser. El intento de miles de chamanes se extiende a travs de estos movimientos.

Su ejecucin, aun de manera casual, hace que la mente se. La primera vez que don Juan me habl extensamente sobre los pases mgicos fue cuando hizo un comentario despectivo acerca de mi peso.

Ests a un paso de ser gordo. Ya empiezas a mostrar seales de desgaste. Como cualquier otro miembro de tu raza, ya ests desarrollando una bola de grasa en el cuello, como un toro. Lleg la hora de que tomes en serio uno de los mayores descubrimientos de los chamanes: los pases mgicos.

Debido a que antes l haba mencionado los pases mgicos de forma muy superficial, en ese momento ni siquiera me acord qu era lo que haba dicho al respecto. No slo te he hablado mucho sobre los pases, sino que ya conoces un gran nmero de ellos.

Te los he estado enseando durante todo este tiempo. Don Juan tena razn, me estaba comportando detestablemente con l. Me haba sorprendido con un tema que no esperaba; pero no era cierto que me hubiera enseando pases mgicos durante todo ese tiempo.

Protest vehementemente como si mi vida y mi muerte dependieran de sus aseveraciones. No fue mi intencin ofenderte -hizo un gesto ridculo con sus cejas en seal de disculpa-. Lo que quiero 9. Don Juan pareca estar batallando para encontrar una manera de definir lo que estaba diciendo. Hizo una larga pausa como si estuviera buscando la palabra apropiada o el arreglo apropiado de pensamientos. Permanec callado. Saba tan poco sobre el tema que ni siquiera me atreva a pensar en l.

Todo lo que tena era una gran curiosidad por saber lo que esos misteriosos pases mgicos eran. Don Juan se puso de pie. Pareca haberse saturado. Estbamos sentados en el comedor de su casa tomando un t de hierbas que l haba preparado con las hojas de un arbusto aromtico que creca en su patio.

Se disculp y dijo que era la hora de su siesta. Don Juan se echaba siestas cortas durante todo el da y toda la noche. Su patrn de dormir era hacerla por un mximo de dos horas a la vez. Cuando estaba extremadamente cansado dorma seis horas, en lapsos de dos, con un corto periodo de vigilia entre estos lapsos. No volvimos a hablar sobre el tema de los pases mgicos por un largo tiempo. Un da continu con su explicacin y, para m, fue algo repentino, pero no para l ya que pareca estar consciente de nuestra interrupcin, de la cual me haba olvidado por completo.

Por ejemplo, si te digo la palabra 'tenedor,' t pensars de inmediato en una cuchara, un cuchillo, un mantel, una. Ciertamente podras continuar casi para siempre nombrando cosas que estn ligadas por un propsito.

Todo lo que hacemos est atado de esta forma. Lo que a los chamanes les parece extrao, es que ellos ven que todas estas lneas de afinidad, todas estas lneas de cosas ligadas por un propsito, estn asociadas con la idea que el hombre tiene de que las cosas no cambian y que son para siempre, como si fueran la palabra de Dios. Qu tiene que ver la palabra de Dios con lo que usted est tratando de explicar? Parece ser que en nuestra mente el universo entero es como la palabra de Dios: absoluto e inmutable.

Esta es la forma en que nos conducimos. En las profundidades de nuestra mente existe un dispositivo de control que no nos permite detenernos a examinar que la palabra de Dios, tal como la aceptamos y creemos que es, pertenece a un mundo muerto.

Por otro lado, un mundo vivo est en flujo constante. Se mueve; cambia; se contradice. Y si todo en el universo es un flujo, una corriente, esa corriente puede detenerse. Se puede colocar un dique para detener o desviar su flujo". Las palabras de don Juan produjeron una singular reaccin en m. Me sent extraamente amenazado, pero la amenaza no era en s una amenaza a mi persona, era, ms bien, una amenaza a algo que estaba superpuesto en m.

Por primera vez, tuve la clara sensacin de que don Juan estaba Despus de estar sumergido un momento en tal contradiccin, me sent totalmente confundido y me escuch hablar sin ninguna volicin. Me escuch decir, -pero, don Juan, est usted dicindome que cada vez que hace crujir sus coyunturas, o cada vez que lo imito, estoy realmente cambiando algo en m?

Experiment otro momento de intensa contradiccin interna. Algo en m estaba sumamente enojado y, sin embargo, no podra haber sido yo. Don Juan me sacudi de los hombros con fuerza. Sent cmo se sacuda mi cuello, movindose para adelante y para atrs, con la fuerza de su agarre. Esta maniobra me calm de inmediato.

Entonces, me hizo sentar en un pequeo muro de contencin hecho de ladrillo. Invariablemente, haba hileras de hormigas trepndose a este muro y, de hecho, nunca me gustaba sentarme ah.

Mi ropa se llenaba de ellas a1. Siempre estaba demasiado consciente cuando las hormigas se me suban pero, esta vez, no obstante, la hormigas interrumpieron su hilera en el momento en que me sent. Vi cmo se arremolinaban a los lados de m cuerpo, como si estuvieran ofuscadas, inseguras. Sent gran curiosidad por saber si se desviaran hacia adelante o hacia atrs de m. Quera ver qu ruta tomaran, pero las palabras de don Juan llamaron mi atencin y me olvid por completo de ellas.

En este momento ests cargado de una energa inslita, producto de tus dilemas internos. A las hormigas les pareces impenetrable y peligroso y se arremolinarn junto a ti, a ambos lados de tu cuerpo, hasta.

Y, ahora, contestando la pregunta que tenas en mente en forma de una respuesta maliciosa, s, verdaderamente estamos alterando la estructura bsica de nuestro ser. Le estamos poniendo un dique al flujo que nos ensearon a considerar como una sarta de cosas inalterables. Con un tono de voz halagador, que no pareca ser mo, le ped a don Juan que me diera un ejemplo de lo que significaba poner un dique a este flujo del cual hablaba.

Le dije que lo quera visualizar en mi mente. Es mejor que aprendas a llamar las cosas por su verdadero nombre. Eso que t llamas mente no es tu mente. Los chamanes estn convencidos de que nuestra mente es algo ajeno que ha sido colocado en cada uno de nosotros.

Acptalo por el momento, sin ms explicaciones acerca de quines la pusieron en nosotros, o cmo la pusieron. Sent otra oleada de la misma sensacin amenazante que haba tenido antes. Esta vez la sent con ms claridad. Esta oleada no provena de m y, sin embargo, estaba prendida a m. Don Juan estaba hacindome algo misteriosamente positivo y, al mismo tiempo, terriblemente negativo.

Sent como si estuviera tratando de cortar una delgada telilla que pareca estar pegada a m. Me miraba sin parpadear, sus ojos estaban fijos en los mos. Desvi la mirada y comenz a hablar sin mirarme ms.

En mi caso, a mi edad, debera padecer de presin arterial alta. Si fuera a ver a un mdico, ste, al verme, asumira que debo ser un indio viejo, plagado de incertidumbres, frustraciones y con una mala dieta; todo esto, naturalmente, da por resultado la predecible y presupuesta condicin de presin arterial alta: un corolario aceptable para personas de mi edad. Puedo decir, con toda certeza, que cada vez que hago crujir mis coyunturas, despus de ejecutar los pases mgicos, estoy bloqueando el flujo de expectativas y comportamiento que a mi edad, normalmente, da por resultado presin alta.

No te has dado cuenta de que soy mucho ms gil que t? Cuando se trata de mover las rodillas soy un nio! Con mis pases mgicos pongo un dique a la corriente del comportamiento y a la parte fsica que hace que las rodillas de la gente, tanto de hombres como de mujeres, se vuelvan rgidas con la edad".

Uno de los sentimientos ms molestos que haba experimentado jams, era el hecho de que don Juan, aunque podra haber sido mi abuelo, era infinitamente ms joven que yo. En comparacin, yo era rgido, obstinado, repetitivo.

Estaba senil. Se deleitaba dicindome repetidamente que la juventud no era de ninguna forma un factor que pudiera prevenir la senilidad. Despus de una explosin de energa, que pareci estallar en mi interior, admit abiertamente mi disgusto. Cmo es posible? Recuerda esto: para los chamanes no es un refrn decir que ellos no honran acuerdos en los que no participaron.

Padecer los achaques de la vejez es uno de esos acuerdos. Nos quedamos callados por un largo rato. Pens que don Juan pareca estar esperando ver qu efecto tenan en m sus palabras. Lo que yo crea era mi unidad psicolgica interna se desgarr an ms con una respuesta claramente contradictoria que provena de m.

Por un lado, repudiaba con todas mis fuerzas los disparates que don Juan estaba verbalizando; sin embargo, por otro, no poda evitar darme cuenta de lo certeros que eran sus comentarios.

Don Juan era viejo, y, no obstante, no era en absoluto viejo. Era aos ms joven que yo. Estaba libre de pensamientos engorrosos y de patrones de hbitos. Recorra a voluntad mundos increbles.

Finalmente, romp el silencio despus de recuperar un pice de control sobre mis consideraciones contradictorias. Pensar que fueron inventados implica instantneamente la intervencin de la mente, y ste no es el caso con esos pases mgicos. A travs de sus prcticas de ensoacin, los chamanes de tiempos antiguos descubrieron que al moverse de cierta forma, el flujo de sus pensamientos y acciones se detena.

O, ms bien, son el resultado de haber desconectado la mente. Los practicantes deben Descubrieron que si se abrumaba la mente con atencin, especialmente la clase de atencin que los chamanes llaman la atencin de ensueo, la mente huye, y esto crea, en cualquiera de los practicantes involucrados en esta maniobra, la absoluta certeza del origen forneo de la mente. Me senta genuinamente agitado. Quera saber ms al respecto y, sin embargo, un extrao sentimiento dentro de m peda a gritos que me detuviera.

Aluda a resultados extraos y castigos; algo como la ira de Dios descendiendo sobre m por entrometerme en algo velado por Dios mismo. Tuve que hacer un esfuerzo supremo para permitir que mi curiosidad ganara la lucha. Qu, qu? Los chamanes entienden la disciplina como la capacidad de encarar con serenidad las dificultades que no estn incluidas en nuestras expectativas.

Para ellos, la disciplina es un acto volitivo que les permite enfrentar todo lo que se les presenta sin remordimientos ni expectativas. Para los chamanes la disciplina es un arte: el arte de encarar el infinito sin vacilacin, no como resultado de su firmeza, sino de su admiracin reverente. En pocas palabras, dira que la disciplina es el arte de sentir admiracin reverente. As que, a travs de su disciplina, los chamanes vencen la mente: la instalacin extranjera.

Don Juan dijo que, a travs de sus prcticas de ensueo, los chamanes del Mxico antiguo descubrieron que ciertos movimientos promueven an ms el silencio y, tambin, crean una peculiar sensacin de plenitud y bienestar. Esta sensacin los cautiv a tal grado, que se esforzaron por repetirla en sus horas de vigilia.

Don Juan explic que al principio creyeron que era un estado de bienestar creado por el ensueo pero, al tratar de repetir este estado anmico, descubrieron que era imposible hacerlo.

Entonces se dieron cuenta de que siempre que tenan esta sensacin de bienestar, al estar ensaando, estaban inmersos en movimientos. A travs de muchas penurias, comenzaron a reconstruir los movimientos que recordaban.

Sus esfuerzos fueron recompensados. Fueron capaces de recrear movimientos que les haban parecido ser reacciones automticas del cuerpo en el estado de ensueo. Don Juan dijo que los pases mgicos fueron el resultado de esto. Animados por su xito, fueron capaces de recrear cientos de movimientos que practicaban sin tratar jams de clasificarlos en un esquema comprensible. La idea era que los movimientos ocurran, espontneamente, durante el ensueo y que haba una fuerza que guiaba su efecto sin ninguna intervencin de su volicin.

Explicaron que esta fuerza es un factor aglutinante que une nuestros campos de energa para convertirnos, as, en una unidad coherente.

En lo que se refiere al aspecto prctico, para esos chamanes del Mxico antiguo, los pases eran avenidas genuinas que los preparaban para navegar en lo desconocido. Establecieron un criterio bsico para practicarlos, el mismo criterio que se observa hoy en da para practicar la Tensegridad.

Este criterio se llama saturacin, y significa bombardear el cuerpo con una Ejercan presin con esos huesos o piezas de madera creando presin sobre los bordes de esa rea hueca. Don Juan dijo que esos objetos tambin se usaban, aunque rara vez, para darse masajes a s mismos o, en trminos de lo que hoy en da se entiende como estimulacin de los puntos de acupresin. La fuerza de cualquiera de esos centros, en particular, depende de la fuerza de ese movimiento. Si se mueve trabajosamente o apenas se mueve, quiere decir que ese centro est agotado, vaco de energa.

Don Juan explic que existen seis enormes vrtices de energa en el cuerpo humano que se pueden utilizar, o que estn accesibles para manipularse. El primero est en el rea del hgado y la vescula, el segundo en el rea del pncreas y el bazo, el tercero en el rea de los riones y las glndulas suprarrenales, y el cuarto en el punto hueco en la base del cuello, en la parte anterior del cuerpo.

Describi que este centro tiene una clase especial de energa que los videntes perciben como una cualidad transparente, algo que podra describirse como semejante al agua; energa tan fluida que es lquida. Tambin dijo que la apariencia lquida de esta energa especial es el rasgo de una cualidad, tipo filtro, que separa cualquier energa que entra en l, tomando nicamente la parte que tiene esta caracterstica lquida.

Esta cualidad es una caracterstica uniforme y consistente de este. El segundo tema de gran inters para los chamanes del Mxico antiguo era el centro de decisiones.

A raz de los resultados prcticos de sus esfuerzos, esos chamanes se convencieron de que existe un punto en el cuerpo humano que es responsable de la toma de decisiones: el punto 'v', ubicado en la cresta del esternn, en la base del cuello. Aseveraban que es un centro de tremenda sutileza el cual almacena un tipo especfico de energa que eran incapaces de definir, quiz, porque desafa toda definicin. Sin embargo, estaban completamente convencidos de que podan sentir su presencia y el efecto de su energa.

Aseguraban que, en los seres humanos, este tipo especial de energa es empujado hacia afuera de ese centro a una edad muy temprana y nunca vuelve a regresar a l, privando as a los seres humanos de algo quiz ms importante que toda la energa de los otros centros combinados. Los chamanes han sealado, a travs de los siglos, la incapacidad de los seres humanos para tomar decisiones.

Han sealado que los seres humanos han creado gigantescas instituciones que asumen la responsabilidad de tomar decisiones. Por lo tanto, los seres humanos no deciden por s mismos, sino que dejan que el orden social decida por ellos y cumplen, meramente, con las decisiones que se han tomado en su nombre. Para ellos, el punto 'v', en la base del cuello, era un lugar de tal importancia que rara vez lo tocaban y, si lo hacan, no se lo tocaban ellos mismos, sino que siempre lo haca otra persona con la ayuda de algn objeto, y de manera ritual.

Don Juan Matus me dijo que empleaban piezas de madera dura bien pulidas, o huesos pulidos de" animales, o aun de seres humanos, usando la cabeza El quinto centro, pertinente slo las mujeres, es el rea del tero. Mencion que en algunas mujeres el tero parece tener una energa lquida similar, un filtro natural que separa la energa superflua; pero no todos los teros tienen esta caracterstica.

Existe otro centro, arriba de la cabeza, con el que los chamanes de la antigedad no trataban en absoluto. Cada uno de sus pases mgicos tena que ver con alguno de esos cinco centros, pero, nunca con el sexto, encima de la cabeza. Nosotros, los seres humanos, estamos sitiados, por as decido. Es como si ese centro hubiera sido invadido por un enemigo invisible. Y, la nica forma de vencer a este enemigo es fortaleciendo todos los otros centros.

Yo veo energa, y veo que la energa del centro que est encima de la cabeza no flucta como la energa de los otros centros. Se mueve para adelante y para atrs, de manera muy ajena a nosotros y muy repugnante. Tambin veo que en los chamanes que han logrado vencer a la mente, a la cual ellos llaman una instalacin fornea, la fluctuacin de ese centro se vuelve exactamente como la fluctuacin de todos los otros centros.

La rotacin de la energa en el centro de decisiones es la ms dbil de todas. Por eso es que el hombre casi nunca puede decidir nada. Los chamanes ven que despus de practicar ciertos pases mgicos ese centro se activa, y entonces pueden, ciertamente, tomar todas las decisiones que deseen, cuando antes no podan, ni siquiera, ir a la esquina. Don Juan puso un enorme nfasis en el hecho de que esos chamanes tenan una tremenda aversin, casi al borde de la fobia, a tocar su propio hueco en la base del cuello, en la cresta del esternn.

La nica manera en que aceptaban cualquier interferencia con ese punto era a travs del uso de sus pases mgicos, los cuales estaban diseados para reforzarlo llevando la energa dispersa hacia l; de esta forma despejaban toda duda al tomar decisiones, dudas que son producto de la dispersin natural de energa que ocurre como consecuencia del deterioro causado por el desgaste cotidiano.

La idea general que esos chamanes tenan era que el cuerpo humano, visto por los videntes, es una unidad concreta y sellada de campos energticos. Ninguna energa puede introducirse en esta unidad sellada, y ninguna energa puede escapar de ella.

Para los chamanes del linaje de don Juan, el sentimiento de perder energa, que todos nosotros experimentamos, en uno u otro momento, es el resultado de su dispersin o de la expulsin de sus cinco centros energticos descritos previamente. Esos chamanes crean que la energa es expulsada de esos centros dispersndose hacia los lmites exteriores de nuestro ser.

Cuando los chamanes del Mxico antiguo se referan a los lmites externos de nuestro ser, hablaban de cmo perciben los chamanes a los seres humanos, es decir, que son percibidos como un conglomerado de campos energticos con apariencia de una esfera luminosa.

Consideraban que esta esfera de energa es nuestro verdadero ser; verdadero, en el sentido de que para ellos es algo irreductible en trminos de energa. En otras palabras, eran capaces de extender los lmites de su percepcin hasta el punto de poder percibir energa tal y como fluye en el universo. Bajo tales Esos chamanes entendan cualquier sensacin de ganar energa, como la concentracin de la energa que estaba previamente dispersa en los centros de vitalidad ya mencionados.

Llamaban a esta maniobra "redistribuir la energa previamente dispersa". Usaban los pases mgicos para poder realizar esta distribucin, ya que su efectividad se haba comprobado a travs de los milenios.

La Tensegridad, la versin moderna de esos pases mgicos, logra alcanzar la misma meta: redistribuye la energa dispersa, pero lo hace libre del gravamen ritual de los chamanes. Aseguraban que la conciencia y la vida no estn entrelazadas de modo inextricable, sino que slo estn unidas circunstancialmente.

Afirmaban que el guila no quiere nuestra vida; quiere nuestras experiencias de vida. Aunque supuestamente los seres humanos deberan perder nicamente la fuerza de sus experiencias, la falta de disciplina no les permite separar su fuerza vital de la fuerza de sus experiencias.

La Recapitulacin es el procedimiento a travs del cual los chamanes le entregan al guila un substituto en lugar de sus vidas. Le entregan al guila sus experiencias al hacer un recuento de ellas, pero retienen la fuerza vital.

Las aseveraciones perceptivas de los chamanes parecen ser insensateces cuando se examinan en trminos de los conceptos lineales de nuestro mundo. El hombre occidental abandon cualquier tentativa de entablar un discurso filosfico serio basado en aseveraciones hechas por los chamanes del Nuevo Mundo. No trates de forzar, manipular y controlar a los otros. Dicho en otras palabras, vive siguiendo la vida sagrada del TAO.

Nunca hagas promesas que no puedas cumplir. Ayuda a los otros a percibir sus cualidades, sus virtudes y, a brillar. Oskar Salazar. Otros Textos. Liberarse Textos originales.



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